¿Los perros sienten culpa?

Aunque pensemos que los perros sienten culpa, esa mirada culpable que tienen los perros no es lo que pensamos; la ciencia explica a qué se debe esa expresión y lo que hay realmente detrás

Muchos dueños de perros creen que sus mascotas expresan cierta culpabilidad cuando han sido traviesas. Pero, a pesar de que puede parecer que los perros sienten culpa, la realidad es bien distinta. Los expertos han revelado que, aunque los perros sí sienten una variedad de emociones, es probable que cualquier percepción de que se sientan culpables o avergonzados sea ​​errónea.

Los científicos no creen que los perros puedan sentir emociones complejas como la culpa y la vergüenza, a pesar de que sus caras así lo reflejen. La investigación sugiere que simplemente están reaccionando al lenguaje corporal de su propietario en lugar de experimentar sentimientos más complejos.

De hecho, la evidencia experimental actual sugiere que los perros muestran estos comportamientos de ‘mirada culpable’ como una respuesta a los regaños de sus dueños.

Los perros y el sentimiento de culpa

Un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge, en los Estados Unidos, realizaron una investigación para determinar si los propietarios tenían razón al creer que una mirada culpable era una señal de que un perro reconocía que había sido travieso. Los resultados se publicaron en 2015 en la revista Behavioural Processes.

Mirada culpable de los perros

Los dueños les enseñaron a sus perros a no comer una galleta que tenían su alcance. Luego los dueños abandonaron la habitación y otra persona que conducía el experimento sacó la galleta o alentó al perro a que la comiera. Cuando el dueño volvió a la habitación, y vio que la galleta se había ido, se les pidió que decidieran, a juzgar por la expresión del rostro del perro, si se había comido o no. Pero no pudieron hacerlo.

“Si esa mirada culpable es realmente una expresión de contrición, solo lo mostrarían cuando hubieran hecho algo malo; pero ese no es el caso”, dicen los investigadores. Y cuentan una anécdota al respecto: “Tenía un cliente que tenía tres perros y, cada vez que ocurría algo como que se masticaba un zapato, siempre era uno de ellos el que tenía la mirada culpable. Sin embargo, a menudo ese no era el perro que lo había hecho. Era simplemente el perro más tímido, y se asustó más rápidamente por la reacción de su dueño”.

El origen de la ‘mirada culpable’ de los perros

Estudios anteriores ya habían concluido que los perros no se sienten culpables. Simplemente, el cerebro de los perros no funciona así. Los perros pueden sentir emociones, pero las emociones como la culpa y los celos son solo ideas humanas. Lo que ocurre es que, como humanos, tendemos a atribuir emociones humanas a los perros, y queremos ver en ellos un sentimiento de culpabilidad que, en realidad, no experimentan.

Según un estudio realizado en 2009, publicado en la revista Canine Behaviour and Cognition, las personas ven la culpa en el lenguaje corporal de un perro cuando creen que el perro ha hecho algo que no debería haber hecho, incluso si el perro es, de hecho, completamente inocente. El estudio pudo demostrar que la tendencia humana a atribuir una ‘mirada culpable’ a un perro no se debía a que el perro fuera realmente culpable.

Perro triste

Las pruebas ofrecieron a los perros la oportunidad de desobedecer la orden de su propietario de no comer algo sabroso mientras el propietario estaba fuera de la habitación, y varió el conocimiento de los dueños de lo que sus perros hicieron en su ausencia.

Si tras el experimento el comportamiento de los perros incluía elementos de ‘mirada culpable’ a ojos de sus dueños, esto tenía poco que ver con si los perros habían comido realmente el tratamiento prohibido o no.

Los perros parecían más ‘culpables’ si eran amonestados por sus dueños. De hecho, los canes que habían sido obedientes, pero que fueron regañados por sus dueños (mal informados), parecían más ‘culpables’ que aquellos que, de hecho, habían desobedecido. Por lo tanto, la mirada de culpabilidad del perro es una respuesta al comportamiento del propietario, y no es necesariamente indicativo de cualquier apreciación de sus propias faltas.

Este estudio es muy interesante para entender la tendencia humana natural a interpretar el comportamiento animal en términos humanos. Los antropomorfismos comparan el comportamiento animal con el comportamiento humano y, si hay alguna similitud superficial, entonces el comportamiento animal se interpretará en los mismos términos que las acciones humanas superficialmente similares. Esto puede incluir la atribución de emociones de orden superior, como la culpa o el remordimiento al animal.