Los perros son el mejor amigo del hombre. Sin embargo, muchas veces nuestras actitudes pueden ser malinterpretadas por ellos. Además existen muchas cosas que damos por sentadas frente a las situaciones cotidianas de la convivencia con nuestras mascotas. Así que te dejamos con las 6 cosas que debes saber antes de acariciar a tu perro.
Caricias no amenazantes
Los perros son muy buenos interpretando el lenguaje corporal, pero algo que debes tener presente es que algunos de nuestros acercamientos pueden parecer agresivos para ellos. Lo mejor es que aprendas a acariciarlo si que él te vea como una amenaza. Por ejemplo, no lo tomes por sorpresa, en especial cuando está excitado. Tampoco es bueno que lo acaricies llevando tu mano repentinamente sobre su cabeza, creerá que vas a golpearlo y reaccionará ya sea con temor o con agresión
Lo mejor que puedes hacer es extender tu mano a la altura de su hocico e invitarlo a que sea él quien se acerque. De esta manera evitarás disgustos y sobresaltos.
No toques a un perro que da muestras de agresividad
No importa lo bien entrenado que esté un perro, si este te gruñe, se muestra tenso o en posición de ataque, no lo toques. No interesa si es tu mascota, el lenguaje corporal de los perros es muy claro, así que lo mejor es que guardes distancia.
Presta mucha atención a los gruñidos aunque vengan de tu propio perro, esto en ocasiones puede significar que tiene alguna clase de lesión, ya sea un golpe, fractura, hemorragia interna, algo que le esté causando dolor y por eso no quiere que lo toques.
Agáchate cuando se muestre tímido
Si después de que le has llamado la atención a tu perro este se muestra tímido o asustadizo y quieres hacer las paces con él, lo que puedes hacer es arrodillarte y esperar a que él se acerque. Si el mero hecho de agacharte no llamó su atención y sigue asustado, desvía tu mirada para evitar el contacto visual, pues este puede resultar muy amenazante, y llámalo extendiendo tu mano o haciendo sonidos suaves.
Esto solo lo debes hacer con perros que conozcas y que no muestren señales de estar tensos o incómodos ante tu presencia, en esta posición estás muy vulnerable y difícilmente podrás repeler un ataque.
Lávate las manos antes de tocar a tu perro
Tu perro se encuentra a salvo en casa, mientras que tu deambulas por toda la ciudad, teniendo contacto con diferentes elementos que pueden terminar siendo perjudiciales para tu mascota. La recomendación es general, incluye dentro de tus hábitos de aseo lavarte las manos varias veces en el día. Muchas de las enfermedades de los perros se contagian a través del contacto, así que si estuviste acariciando a un perro en el parque que tenía alguna clase de enfermedad que no pudiste notar a simple vista y llegas a casa a tocar a tu mascota, lo más posible es que se la transfieras. Así que lo mejor es que te laves las manos en cuanto llegues a casa, antes de saludar a tu perro.
Ten presente los puntos clave
Después de que has compartido algo de tiempo con un perro, puedes llegar a saber el tipo de caricias que disfruta y las zonas donde más le gustan. Así que presta atención a su lenguaje corporal, pues mientras a unos les gustan las caricias fuertes, otros las huyen y mientras unos disfrutan masajes en el cuello y patas, otros te gruñirán si te acercas a esas zonas. Así que observa su lenguaje, si tiene los músculos relajados y mueve la cola lo más probable es que le guste.
Cuidado con la panza
Muchos interpretamos cuando un perro se tiende patas arriba como que está buscando que acariciemos su panza. Esto en realidad significa que tu perro te considera el alfa, te ve como una amenaza o tiene miedo y trata de apaciguarte. Ponerse en esta postura es signo de que se ponen en estado de indefensión y te muestran sus zonas vulnerables, aunque hay perros que disfrutan estas caricias, así que ten en cuenta el punto 5.